viernes, 9 de diciembre de 2011

Infinito



Ese día paró a pensar en todo aquello. Ingnoró
lo que tenía y olvidó lo que es el valor.
Perdió lo más especial por arrogancia, orgullo y miedo.
Nunca fue capaz de hacerle frente a todo aquello
que tan grande parecía.
Gritó.
Lloró.
Volvió a gritar.